jueves, 15 de abril de 2010

la otra

Se le entregó en cuerpo y alma, camina de su mano sin soltarla, se le cambiaron los amigos y la familia, la panza le crece y le salen crías, la mamá ya no le hace la comida, plancha sus camisas y él llega tarde. Esperanzada en el domingo libre hace un almuerzo con sabores a su gusto y él con la excusa de que llegará tarde. Hoy no vendrá a comer... Ella baña a la niña, la lleva a control, le cambia los pañales, la amamanta y él exhausto se estira en la cama sólo para dormir. Ella se guarda sus ganas de ser abrazada y besada, de sentirse adentrada en su cuerpo y tomada de su mano sin soltarla. No pierde la fé y se duerme más tarde por si el cansancio es vencido por la pasión, pero se siente el ronquido fatal, ella cierra los ojos y dice, mañana será mejor...

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