Se le desdobla el corazón cuando quiere escapar, le tiemblan las piernas y las uñas se ablandan. El día se hace eterno, no cierra los ojos para no perderse detalle y pestañea uno infinito que la haga descansar. No quiere ni dedos ni pies, las alas le crecen al ritmo más lento .Apresurada vuela, sin miedos.